Ambas organizaciones han expresado, en una carta remitida a la secretaria general de Recursos Agrarios y Seguridad Alimentaria del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), Ana Rodríguez Castaño, su más profunda preocupación por el impacto del apagón.
Mediante la consulta a las principales empresas del sector cárnico, Anice y Fecic han recabado las principales incidencias ocasionadas en mataderos, salas de despiece e industrias elaboradoras, donde la producción se vio interrumpida bruscamente.
Un resultado que se tradujo, tal como manifiestan desde Anice y Fecic, en pérdidas inmediatas, en los mataderos del valor de los animales aturdidos, pero no sacrificados, aquellos sacrificados, pero no eviscerados, y los miles de canales que quedaron colgadas en las líneas de faenado o en las salas de oreo.
Estos animales han sido ya decomisados, junto con tripería, vísceras y, de manera significativa, en las industrias de elaborados, las masas elaboradas para productos cocidos y curados o los productos en hornos. Además, se han registrado daños en maquinaria, estaciones de bombeo, depuradoras, aparatos electrónicos y sistemas, entre otros.
A primera hora del día 29 se constató que en algunas plantas aún se había podido restablecer el suministro eléctrico, lo que probablemente incrementará exponencialmente las pérdidas de una parte considerable de las producciones almacenadas en cámaras.
El director general de Anice, Giuseppe Aloisio y el secretario general de Fecic, Ignasi Pons, confían en que el Gobierno de España pueda articular mecanismos de compensación y ayudas directas para mitigar el gran perjuicio económico producido en las industrias cárnicas, utilizando los instrumentos de contingencia presupuestaria necesarios para enfrentarse a este desastre sin precedentes.